La cantante jujeña de música urbana Cazzu acaba de lanzar un ambicioso disco titulado “Una niña inútil”, inspirado en poemas de Alfonsina Storni y que en lo musical lleva a la artista por caminos de la música negra como el R&B.

“Cada una de las canciones se llama igual a un poema de Alfonsina Storni, escritora que inspiró el concepto de este material. Empecé la elección de cada poema con dedicación extrema, leí todos sus libros y cuando hallé tanta información y críticas dignas de un genio feminista, hace 100 años atrás -dicho sea de paso-, decidí no obstinarme y responder a la primera intuición que me llevaba a conectar el poema con la canción, porque pensé que del primer modo ni siquiera hubiese podido finalizar la idea”, explica Cazzu en el booklet (sobre interno) del trabajo que ya se encuentra en todas las tiendas digitales.

En Spotify, donde está protagonizando las portadas de las playlists oficiales de Trapperz y Novedades Viernes Latinoamérica, tendrá un valor agregado, pues la plataforma ofrece una mirada más cercana a la inspiración de la artista con una lista de canciones mejorada con páginas animadas que reflejan el “diario” feminista de la actual Cazzu.

El disco, que escapa a los ritmos más bailables de la música urbana, busca una intimidad y sensualidad que solo el R&B y el neosoul pueden darle y por eso la cadencia es mucho más relajada.

A estos aires se debe la participación de la argentina Chita en “Conversación”, que simula una charla telefónica con fuerte carga sentimental y sensual que, en tiempos de derribar prejuicios de género y sexuales, les queda muy bien a ambas.

La presencia de Francisca Gil, tal el nombre de Chita, reafirma la búsqueda de Cazzu dentro del R&B, ya que aquella cuenta con una voz que se desenvuelve en ese género con mucha calidez. Otra voz soulera es la del canario Choclok en la canción “La queja”, con toques muy románticos.Los productores con los que Cazzu trabajó en este material fueron el mallorquín Rels B, que ha trabajado para los más importantes artistas latinos y ya lo hizo con Duki y con el propio Choclok, que también se encarga de producir beats para otros artistas.

Además, el booklet incluye los poemas de Storni que inspiraron las canciones como “Dulce tortura”, “Romance de la venganza”, “Miedo”, “Canción de la mujer astuta”, “Conversación”, “Capricho y “Queja”.